A 21,82 Km de la Cabecera, y aproximadamente 21 Km del Embarcadero de Madrid, el Real Canal encuentra el punto final de su inconcluso trazado. Cuando alcanzaba hacia 1826 la localidad de Vaciamadrid se empezó a construir el que estaba llamado a ser segundo embarcadero del Canal, a la vez que se construían los dos últimos puentes: Migueles y Cambroneras.

Este inacabado final consiste en una especie de plaza redonda de 56 m (200 pies) aproximados de diámetro donde se empezó a excavar la dársena que por su geometría, y dado que nunca se terminó, hemos llamado la Rotonda Final.

Como el Canal estaba previsto que se uniese a la Real Acequia del Jarama, la rotonda se planteó como un final provisional, donde se debía haber levantado el Embarcadero de Vaciamadrid. La obra provisoria, se consolidó con morteros, y no con obra de fábrica, lo que dificulta la interpretación de los restos, bastante deteriorados. Hoy día queda semienterrada, aunque aún se aprecia la ubicación con claridad (en la imagen superior se ha sombreado el perímetro con el fin de facilitar su lectura).

Ante los enormes gastos que el Canal suponía, la dificultad que se presentaba ya en ese punto para cruzar con el Canal el río Manzanares para enlazar con la Real Acequia, que se encontraba en la margen opuesta, hacia 1830 se determinó la paralización definitiva de las obras.

Quizás se pretendió aplazar la continuación del Canal un período de tiempo limitado aunque incierto, pero realmente a partir de ese momento sólo quedó en servicio el recorrido hasta la Décima Esclusa hasta su clausura definitiva en 1860.

En la Guerra Civil este lugar fue devastado en la Batalla del Jarama, y ya en tiempos más recientes se hizo la autovía A-3, por lo que nada queda de la casa del Canal, de la que se había construido una gran parte, según Madoz.

Imagen de Proyecto del Embarcadero de Vaciamadrid