El conjunto de la Primera Esclusa no estaba muy lejano en el tamaño actual de la ciudad, pero en su tiempo estaba claramente fuera de los límites urbanos, haciendo de la Primera Esclusa el primer elemento en pleno campo. A 2,67 km de la Cabecera, el conjunto de la Primera Esclusa se componía de la casa del peón esclusero, un almacén, un molino y un puente acueducto que permitiera cruzar el Arroyo del Abroñigal por encima del Canal (solución para salvar las escorrentías superficiales al que se recurrirá también en los Puentes de la Gavia y del Congosto.
La Primera Esclusa fue construida originalmente en 1771, pero reconstruida más tarde en el segundo período en la forma que conocemos a partir de los planos realizados para la subasta pública tras su clausura oficial en 1860.
El molino servía en su origen a la Real Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro, por lo que era conocido como la Casa de la China, ya que molían el polvo porcelánico, el caolín.
Durante la Guerra de Independencia, la Real Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro resultó seriamente dañada, por lo que finalmente sus restos fueron demolidos y parte de su cantería y ladrillos fueron reciclados como material de construcción en las obras de restauración del Canal. El molino se reconvirtió en molino harinero, molino de papel y por último molino de pólvora de la Real Hacienda a partir de 1838, tal y como cuenta Madoz. La Fábrica de Porcelana fue llevada a la Moncloa, en el lugar donde hoy se halla la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos. El nombre de Casa de la China se conservó como topónimo, y fue empleado recientemente para denominar la cercana planta depuradora.
Aunque todavía se conservaba hacia 1975, según nos muestra la vista aérea de entonces, actualmente todo el complejo ha desaparecido, dado que se halla en pleno Nudo Sur de la M-30. Creemos que aún deben quedar restos subterráneos, esperando futuras actuaciones arqueológicas.