La Sexta Esclusa se encuentra en el límite municipal entre Madrid y Getafe a 9,5 km de la Cabecera. Construida durante la primera época (ca. 1780-1790), Madoz la describe como “antigua y de mala construcción”; aunque no sabemos qué reparaciones necesitó, ya que es de las esclusas que menos información histórica ha dejado, sí sabemos que las ocho esclusas necesitaron reparaciones en la segunda época (a partir de 1817), por lo que ésta no fue una excepción.
Madoz cuenta también que se añadieron unas manguardias de fábrica a su salida para que el choque de las aguas no derribase ni socavase los taludes laterales, tal y como apunta, igual que en la Cuarta Esclusa.
De su descripción conocemos también la existencia de un estanque repartidor de aguas de riego y la existencia de una almenara para derivar el agua. De la casa Madoz no hace ninguna referencia, aunque como todas era de planta baja con un establo para la caballería.
No hay muchos más datos históricos, salvo que se tuvo que dragar el cauce hacia 1823, cuando la acumulación de lodos había interrumpido la navegación.
Hoy en día, la casa de la Sexta Esclusa se halla en ruinas, aunque una construcción posterior se adosó a parte de la misma, lo que desfigura su imagen y dificulta su comprensión.
En nuestra opinión la esclusa se conserva sepultada. Para obtener alguna certeza y como en otras ocasiones (ver Puente de Cambroneras), fuimos pertrechados de herramientas y limpiamos de yerbajos el lugar donde pensábamos que había de asomar algún vestigio. En pocos minutos obtuvimos un resultado satisfactorio, apareciendo ante nuestros ojos un muro de mampostería.